¿Tus anuncios no funcionan como esperabas? Quizás no son lo suficientemente llamativos o no plantean un escenario de necesidad y una posible solución a la misma. Incluso pueden no poseer una llamada a la acción que invite a concretar una conversión. Son muchas las variables por las cuales un anuncio puede estar fallando, una de ellas puede ser que el copy no sea efectivo. En este posteo te enseñaremos qué es el método AIDA y cómo podes implementarlo en tus campañas y aumentar la eficacia de las mismas.
El método AIDA es una técnica del copywriting, pero ¿Qué es el copywriting? Se trata del ejercicio de la redacción publicitaria. Es decir, es la creación de los textos que acompañan tus estrategias de anuncios. El copywriter es quien se encarga de pensar y redactar estos textos que deben estar alineados a los objetivos comerciales de la empresa. Estos deben ser creativos, llamativos y poseer una llamada a la acción concreta. El modelo AIDA es una estrategia que combina la redacción publicitaria con el proceso de compra para, justamente, concretar una conversión en un solo anuncio.
Como bien dijimos, esta es una técnica de copywriting creada por Elias St. Elmo Lewis en 1898. Este señor fue un defensor publicitario de origen estadounidense que fue reconocido por sus obras y por plantear cómo a través de la publicidad se puede educar al público.
Este método está conformado por cuatro términos que, traducidos al español, son: Atención, Interés, Deseo y Acción. Estos cuatro conceptos son los que debemos desarrollar a lo largo del texto ¿Por qué? Porque de esta manera estaremos abordando las distintas etapas del funnel de conversión que son: Awareness (Descubrimiento, que sería reemplazado por Atención), Investigación, Decisión y Acción. De esta manera estaremos, en un solo copy, conduciendo al usuario a concretar nuestro objetivo comercial pero con todas las herramientas necesarias para hacerlo.
Ya mencionamos que este método consta de cuatro etapas que en conjunto buscan conducir al usuario por nuestro funnel de compra para lograr una conversión, sea cual fuera la misma. Pero veamos más en detalle de qué trata cada una de estas etapas.
Sabemos que para lograr que nuestro objetivo comercial se concrete, primero debemos llamar la atención del usuario. Es de público conocimiento que las personas cada vez tienen menos interés en detenerse a leer anuncios, es por eso que nuestra primera línea debe atacar de lleno a un punto de dolor o interés del mismo.
Supongamos que nuestra empresa se trata de un negocio multinivel que, para ser parte, no necesita de personas graduadas o licenciadas. Y, por el contrario, apunta a personas que quieran independizarse financieramente y que busquen negocios donde no se necesiten estudios. Una primera línea de nuestro anuncio puede ser: “¿Qué dirías si te cuento que puedes ganar muchísimo dinero sin necesidad de haber estudiado una profesión?”. Acá estaríamos atacando un punto de dolor o interés que es ganar dinero y añadiendo un plus que es que no se necesita de un estudio superior para lograrlo. Una buena opción es combinar con el diferencial de tu negocio para que, de este modo, tu propuesta sea aún más original.
Una vez que obtuvimos la atención del usuario, debemos lograr que éste tenga un interés en la propuesta del anuncio. En esta instancia toca darle continuidad al planteamiento de la primera línea del mismo. Ya hemos captado la atención con lo de ganar dinero sin necesidad de haber estudiado una profesión, ahora toca contar cómo es esto posible y despertar en el usuario un interés en continuar con el proceso de conversión del anuncio.
Por ejemplo, siguiendo con el mismo escenario del punto anterior, podemos continuar de la siguiente manera: “En (nombre de la empresa) tenemos un sistema de negocios que ha generado más millonarios que cualquier otra industria”. Si nos ponemos analizar, estamos vendiendo de manera indirecta el sistema de esta empresa y mencionando los beneficios. Acá estaríamos despertando el interés del usuario para obtener más información sobre el mismo.
Ya en esta etapa vamos a despertar el deseo de nuestro cliente potencial en adquirir nuestros productos o servicios. Es hacerle saber al usuario que necesita de nosotros para satisfacer su necesidad y que sólo es posible con lo que tenemos para ofrecerle. Nuestro paso a seguir es detallar sobre los principales beneficios que obtendrá y las cualidades que hacen distintos a nuestros productos que los del resto de la competencia. De esta manera, el usuario sabrá que la única opción posible es la que nosotros le estamos otorgando.
Nos encontramos en la recta final del anuncio, la famosa llamada a la acción. Esta será un indicador de qué es lo que el cliente debe hacer una vez que haya leído el anuncio. Ya se encuentra convencido de que quiere realizar la conversión, ahora nos toca decirle cómo. Procura que tu llamada a la acción sea clara y concisa para que este no tenga ninguna confusión a la hora de concretarla.
Finalizando con el ejemplo planteado inicialmente, una llamada a la acción puede ser: “¿Quieres saber cómo puedes ser parte? Apúntate ahora a nuestro webinar. Entrada libre y gratuita”. La idea de este anuncio era que el usuario se anote a una conferencia para obtener información sobre cómo ser parte del sistema de negocios, por lo tanto la llamada a la acción justamente será esa. Y, además, añade el valor agregado que es la entrada libre y gratuita.
Implementar el modelo AIDA no tiene por qué ser difícil, todo lo contrario. Es un ejercicio de ponerse en el lugar de nuestro buyer persona y pensar ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Qué es lo que le interesa? ¿Cómo podemos solucionarlo? Y comenzar a apuntar estas ideas para luego plasmarlas en un copy.
Este método es muy efectivo porque logra conducir a nuestro cliente potencial durante todo el recorrido de conversión en un sólo texto y con toda la información de valor e interés que este solicita. Si te parece difícil poder condensar tanta información en un texto con caracteres limitados, no te preocupes, nosotros podemos ayudarte.