Diseño UX: ¿Cómo obtener conversiones con una web optimizada?
Todas las estrategias digitales exitosas tienen un común denominador: garantizar una buena experiencia al usuario para alcanzar los objetivos comerciales. Según la empresa Forrester, “una mejor interfaz podría aumentar la tasa de conversión de un sitio web en un 200%”. Ahora, imagina que la optimizas bajo la metodología UX, esta podría crecer incluso un 400%. Pero, ¿Qué es el diseño UX? ¿Cómo se emplea? ¿Cuáles son sus funciones y cómo obtener más conversiones? Todo esto y mucho más en este blog post.
Un sitio web no es sólo la tienda virtual de una empresa. Es el destino final de todas las estrategias de marketing. En ella confluyen una serie de factores que abonan a la experiencia del usuario. Según numerosas estadísticas, más del 80% de las personas que transitan un sitio web no generan conversiones si la experiencia no ha sido agradable para ellas. Así mismo, aquellos usuarios que poseen dispositivos móviles y visitan una web que tarda más de tres segundos en cargar da como resultado un incremento sustancial en la tasa de rebote. Es decir, hay más del 70% de posibilidades de que todas tus estrategias fallen si la usabilidad y la experiencia en tu página no es compatible con las necesidades del usuario. De eso se trata el diseño UX, de tomar las demandas del público objetivo para optimizar el funcionamiento de un sitio web y así garantizar una buena experiencia. Y, en consecuencia, obtener conversiones.
¿Qué es el diseño UX?
Cuando hablamos de un diseño que realmente sea efectivo para nuestras estrategias comerciales, estamos hablando de diseño UX. Mencionamos al inicio de la nota que la clave del éxito es la experiencia del usuario. Esto es exactamente lo que hace esta técnica. UX deviene de User Experience y se focaliza, valga la redundancia, en todos los aspectos que garantizan una buena experiencia para el usuario. Dentro de ella se pueden encontrar: las sensaciones, las interacciones, la usabilidad, la accesibilidad de un sitio, etc. Todo esto se configura mediante el uso de distintos softwares para optimizar una página web.
Para esta técnica se requiere un conocimiento integral de marketing digital, Ecommerce, neurociencia aplicada al marketing, diseño web y diseño gráfico; entre otros conocimientos. Todo esto es para adoptar un enfoque que tome todas las herramientas de las distintas disciplinas para abonar a la arquitectura digital de un sitio. La finalidad es crear un entorno que sea cómodo, útil y memorable.
Tres aspectos claves para pensar en modo UX
Como bien mencionamos, la idea de un diseño UX consiste en crear un espacio armónico donde el usuario transite una experiencia grata con la empresa. Para confeccionar este espacio hay que hacer un relevamiento que tenga en cuenta la psicología conductual del usuario, la adaptabilidad de una publicidad no intrusiva y el uso correcto de los recursos web. Ya hemos adelantado los conocimientos que debe tener un diseñador UX, pero en esta sección vamos a puntualizar en estos tres que son los más importantes:
Psicología conductual del usuario
Cuando hablamos de crear un entorno armónico que abone a generar una experiencia grata, hablamos de anticiparnos a los requerimientos que posee un usuario para garantizar esto que hablamos. Acá es donde entra en juego la psicología conductual. Se trata de poder conocer e identificar las conductas de navegación de las personas para adaptarlo a la confección del sitio. Esto es con el fin de facilitar los procesos y volverlos más intuitivos. Para esto también es fundamental que las empresas provean de toda la información necesaria a los diseñadores. Básicamente que les cuenten cuál es su buyer persona, cómo se comportan y qué quieren lograr con ellos para poder optimizar la interfaz del usuario.
Adaptabilidad de una publicidad no intrusiva
Ninguna persona quiere verse agobiada por la publicidad. De hecho, esta puede considerarse muy molesta. Los usuarios quieren obtener contenido relevante que les diga por qué un servicio o producto es necesario para ellos y qué beneficios les va aportar en su vida diaria. Es por eso que a la hora de diseñar una página web basada en la metodología UX, debemos lograr que la publicidad sea lo menos intrusiva posible. Y que, además, posea la capacidad de entablar un diálogo con el usuario en vez de una imposición. Esto hará que mejore la relación y la interacción entre el usuario y el producto/servicio.
Uso apropiado de los recursos web
A esto nos referimos cuando hablamos de crear un sitio que sea intuitivo para los usuarios. Hacer un uso inteligente de los recursos que posee una página web nos va a permitir que la navegación sea mucho más simple y sencilla para el visitante. Un ejemplo de esto puede ser la existencia de menúes o el uso de cualquier elemento que facilite el flujo de la visita. Pueden ser sliders, contenidos audiovisuales, secciones, etc. Otro factor a determinar es la cantidad de páginas que se enlazarán a la principal o si en una sola se puede encontrar toda la información necesaria. También deberán tener un criterio visual que sea agradable para el usuario y apele a causar sensaciones vinculadas con la misión y los valores que representa la empresa.
¿Cómo mejorar la experiencia de usuario en tu sitio web?
A esta altura te habrás dado cuenta que emplear un diseño UX no es poca cosa. Por lo contrario requiere de un gran trabajo de estudio, análisis y optimización constante. Esto es porque los hábitos y las conductas de navegación se van renovando con el avance de la tecnología, es por eso que hay que mantenernos en la vanguardia con un diseño simple, pero atractivo y útil para el usuario. Tener un profesional que te ayude en este proceso es fundamental, pero hay ciertos puntos que te pueden ayudar a pensar de forma UX. A continuación te dejaremos algunas pautas que puedes comenzar a tener presente para este cambio rumbo a aumentar la efectividad de tu web y, en consecuencia, las conversiones. Puesto que mejorar la interfaz del usuario deviene en un incremento significativo en las conversiones.
Comienza por:
-Observar con ojos de cliente tu página web y preguntarte: ¿Qué te genera este sitio? ¿Es fácil de navegar? ¿Identificas la información de manera correcta? ¿Te parece atractivo? ¿Cumple con tus objetivos? ¿Cuál es el resultado de tu experiencia?
-Analizar las métricas de tu sitio web: Identificar patrones conductuales, por ejemplo en qué página es donde más se detecta una tasa de rebote, cuáles son las que funcionan como entrada a tu sitio, el tiempo de permanencia del usuario, etc.
-Fijarte si tu página web es accesible para todos los dispositivos electrónicos.
-Hacer una evaluación periódica sobre el rendimiento de tu página web para identificar factores a optimizar.